Recientes estudios históricos de los orígenes del Cristianismo evidenciaron que el movimiento de Jesús, al esparcirse por el imperio romano, fue asumiendo formas diversas en relación a su formulación doctrinal, a la estructuración social, a la jerarquización. La relación con las estructuras simbólicas, culturales, sociales, religiosas y políticas con las cuales se confrontaba, modeló su identidad, creando formas cristianas muy diferentes entre ellas. De hecho, en la relación intercultural, las influencias recíprocas son responsables por cambios y transformaciones, así como adaptaciones, asimilaciones y resistencias cuando las actitudes son colonialistas.
El estudio de temas que revelan ese tipo de relación en los textos del NT, favorecerá la reflexión sobre la diversidad y el pluralismo de los orígenes cristianos.